JUDAÍSMO
INTRODUCCIÓN
El
judaísmo es considerado la religión monoteísta más antigua. De esta, derivan
otras religiones como el cristianismo o el islam. Las tres se conocen como las
religiones Abrahámicas, ya que comparten a Abraham como su fundador. Lo que diferencia
al judaísmo del cristianismo o el islam es la negación de la existencia de
Jesús. Cuando el cristianismo ganó popularidad, los judíos comenzaron a ser
señalados como “asesinos de Cristo”, lo que convirtió al judaísmo en la
religión más perseguida de la historia de la humanidad.
Algunos
de los rasgos que definen a esta religión son los siguientes: Su libro sagrado
es el Tanakh e incluye dentro la ley judía, llamada Torá. Su dios se llama
Yahveh y otros personajes importantes son Abraham y Moisés -que guió al pueblo
israelí al paraíso-. Sus templos son las sinagogas y sus guías espirituales los
rabinos.
Dentro
del judaísmo se distinguen distintas ramas, las tres más importantes son la
ortodoxa, la reformista y la conservadora. El judaísmo ortodoxo es el más
antiguo, el que mantiene las prácticas y creencias más tradicionales, siendo
riguroso con el halajá, es decir, las reglas judías del Torá. El
judaísmo reformista nace adaptándose a las ideas ilustradas y defiende por lo
tanto la autonomía individual en lo relativo a la interpretación de los
preceptos religiosos, eliminando las prácticas que ve como dogmáticas y
anticuadas -Es la rama más popular en EEUU-. El judaísmo conservador nace como
reacción al reformista y se posiciona entre este y el ortodoxo. Hay una
devoción por la tradición y ley judía, pero con un acercamiento abierto cara el
mundo moderno.
HISTORIA Y EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA
Los orígenes históricos del pueblo judío -y por
consiguiente, del judaísmo- son algo difusos. Se sabe que nace a partir de la
evolución del culto realizado por algunas de las tribus que moraban la región
de Canaan (cerca de las actuales Palestina e Israel), que pasaron
paulatinamente de profesar una religión politeísta a la adoración de Yahvé como
su único Dios, alrededor del año 1000 a.C, convirtiéndose en la primera
y más antigua religión monoteísta conocida.
El mito relata que los judíos son descendientes
directos de Abraham, patriarca del pueblo “elegido” por Dios, que se
trasladaría hasta la tierra prometida de Canaan. Este viaje se vió
imposibilitado por el hambre y la sequía, provocando que los seguidores de
Abraham tuvieran que desviarse y acabasen siendo esclavizados por el faraón del
Antiguo Egipto. Posteriormente, Moisés liberaría al pueblo judío, dando comienzo
el Éxodo que acabaría con el establecimiento de las 12 Tribus de Israel en la
tierra prometida de Canaan, formando los reinos de Israel y Judea, que se
separarían tras la muerte del Rey Salomón. Tras la invasión babilonia, el
templo de Jerusalén fue destruido y los judíos expulsados de su tierra,
comenzando la primera diáspora.
Medio siglo más tarde, los judíos vuelven a
Jerusalén, donde construyen el Segundo Templo sobre las ruinas del primero. Sin
embargo, seguirían gobernados por otros pueblos hasta la rebelión de Judas el
Macabeo, alrededor del 170 a.C., cuando Israel volvería a ser gobernado
por judíos. En la primera década de la Era Común, la región se convertiría en
provincia del Imperio Romano. En el año 70, Jerusalén y el Segundo
Templo serían destruídos tras varios años de revueltas populares, destinando al
pueblo judío al exilio a lo largo y ancho del Imperio Romano, formando
comunidades en toda Europa.
Cuando la religión católica se convierte en
oficial del Estado en Roma en el año 313, los judíos son todavía más
repudiados por ser considerados los asesinos de Jesús, dando comienzo a una
discriminación continuada que abarcaría desde las últimas décadas del Imperio
Romano hasta el final de la 2ª Guerra Mundial. Los Merovingios (dinastía que
gobernaba gran parte del Oeste y el Centro de Europa) ordenó su conversión
forzada a finales del s. VI. Fueron expulsados del reino de los visigodos en el
s. VII. En ese mismo siglo, la Archidiócesis de Toledo llevaría a cabo
múltiples persecuciones, incluyendo la quema de judíos. Antes de la Primera
Cruzada (1096), había alrededor de millón y medio de judíos en el
continente europeo. A partir de ahí se intensificó todavía más el antisemitismo
generalizado, llegando incluso al asesinato de un tercio de los judíos en
regiones del norte de Francia y Alemania. Para 1147, la población judía
en Francia era casi inexistente. Los judíos fueron expulsados de Inglaterra por
Eduardo I (1290), tras lo cual buscaron asilo en Francia, para acabar
asentándose finalmente en Polonia. En la Península Ibérica, tras la Reconquista
de los Reyes Católicos en 1492, se decretó su conversión forzosa o
expulsión. Como consecuencia, al final de la Edad Media, se estima que quedaban
en Europa Occidental alrededor de medio millón de judíos, representando un 1%
de la población total.
Poco a poco, la situación en el Viejo Continente
dejó de ser tan terrible. Aunque seguía existiendo un fuerte antisemitismo, la
persecución a los judíos fue disminuyendo. Aún así, ya habían encontrado
un refugio en el Nuevo Mundo, especialmente tras la independencia de los
Estados Unidos en 1776. En 1800, había en Estados Unidos alrededor de
100 judíos, que serían 100.000 en 1855, y un millón y medio alrededor de 1900,
convirtiéndose en el país con mayor población de judíos. También se
establecieron comunidades muy grandes en otros países americanos, como Canadá;
Argentina o Brasil.
Durante el s. XIX, tras la aparición de
los Estados modernos (y como consecuencia de la misma), nacieron las 3 ramas
más importantes del judaísmo que se mantienen a día de hoy. El Judaísmo
Reformista liderado por Abraham Geiger abogaba por una mayor integración en la
cultura cristiana europea. Como contraposición, Samson
Raphael Hirsch formó el movimiento Neo-Ortodoxo, que defendía que la
integración social era compatible con el mantenimiento de la tradición cultural
hebrea y el estricto seguimiento de las leyes judías. Posteriormente, Zecharias
Frenkel formularía una postura a medio camino entre ambas, que en EE UU
recibiría el nombre de Judaísmo Conservador. También aparecería el Movimiento
Sionista, liderado por Theodore Herzl, que buscaba la emancipación del pueblo
judío como nación al Estado de Israel, en lugar de una integración en las demás
culturas.
La llegada del s. XX significó
un resurgimiento del antisemitismo en Occidente, y el triunfo de la extrema
derecha en Europa se tradujo en la mayor tragedia de la historia para el pueblo
judío. En 1933, año de la llegada al poder del Partido Nazi en Alemania,
la población de judíos en Europa era mayor de 9 millones. Durante el Tercer
Reich se implantaron políticas discriminatorias que escalaron de restricciones
en materia económica y propaganda discriminatoria antisemita hasta el
confinamiento en campos de concentración y el exterminio masivo. Desde el
comienzo del Holocausto en ese mismo año hasta el final de la 2ª Guerra Mundial
en 1945, más de 6 millones de judíos fueron asesinados por el régimen de
Adolf Hitler, que llegó a ocupar media Europa. Tras la Guerra, el número de
judíos en Europa era de alrededor de tres millones y medio.
Desde 2006 hasta 2008 se
reconstruye y restaura por completo la Sinagoga Hurva de Jerusalén sobre las
ruinas de un antiguo templo judío dinamitado en 1948.
A día
de hoy, la población mundial de judíos todavía no ha alcanzado las cuotas
previas al Holocausto, siendo ahora de ligeramente más de 14 millones y medio.
EEUU e Israel son los países con una mayor población de judíos del mundo,
concentrando a más del 90% del total.
ACTUALIDAD
Actualmente
existen 14.606.000 judíos en el mundo. El mayor número de judíos se concentra
en Israel (6.558.100) y Estados Unidos (5.700.000). En Europa, los países con
más población de judíos son Francia (453.000), Reino Unido (290.000) y Alemania
(116.000).
Ningún
país tiene como religión oficial el judaísmo, ni siquiera Israel. Pese a esto,
en este país existe una Ley de Retorno que se ve como un trato preferencial a
los judíos, ya que ofrece residencia y ciudadanía a todos los practicantes que
lo soliciten.
Perfil del judío estadounidense medio:
Género:
- Hombres: 49%
- Mujeres: 51%
|
Estado civil:
- Soltero (Nunca se ha casado): 23%
- Soltero (Viviendo con pareja): 5%
- Casado: 54%
- Divorciado: 8%
- Viudo: 10%
- NS/NC: 1%
- Matrimonios entre judíos: 42%
- Matrimonios interculturales: 58%
(En Israel
son menos de un 5%)
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Estudios universitarios:
- 25 años y graduados: 57%
- 25 años y no graduados: 43%
|
Edad:
- 18-29 años: 21%
- 30-49 años: 28%
- 50-69 años: 33%
- +70 años: 18%
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Etnias:
- Blancos: 89%
- Negros: 2%
- Hispánicos: 5%
- Otras etnias: 4%
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CONCLUSIÓN
Tras
muchos siglos siendo discriminados a lo largo y ancho del globo, parece que el
pueblo judío nunca se recuperará de la terrible fatalidad que supuso el
Holocausto. Pese a que la población mundial de judíos sigue creciendo desde
mediados del siglo pasado, se trata de un crecimiento muy lento y que, teniendo
en cuenta la tendencia hacia el ateísmo/agnosticismo que presenta la sociedad y
el envejecimiento de la población judía, podría acabar siendo inútil.
Gráficos e infográficos precisan autorías e fontes. Imprescindibles ambos elementos para establecer a credibilidade dos datos. E ademais, hai que precisar o cando, de que ano son os datos. E os mapas precisarían a identificación dos países. Por que o perfil do xudeu estadounidense? Cal é a súa relevancia? Como se relaciona coa idiosincrasia da relixión.? Que papel xoga e xogou esa relixión? Que papel xogaron e xogan os xudeus no século XXI? Neste apartado hai unha certa vinculación coa situación política, pero so como mención que tivo a consecuencia de crear o estado moderno de Israel. Nin unha soa cita.
ResponderEliminarhttp://pdfhumanidades.com/sites/default/files/apuntes/200-Eliade.Mircea_Tratado-de-historia-de-las-religiones.pdf
Está ben usar recursos que non sexan textuais, pero teñen que formar parte do relato, teñen que funcionar como elemento de explicación, de complemento informativo e teñen que ter o seu contexto para poder interpretar a razón da súa presenza.